9 de febrero; Santa Apolonia patrona del “dolor de muelas”
El martirio de Santa Apolonia tuvo lugar por sus creencias religiosas. Se convirtió en la patrona de los dentistas ya que, antes de su muerte, le arrancaron todos sus dientes.
Por este motivo, encomendarse a esta santa o hacerle una oración era recomendado para el “mal de dientes”. Así, en las iconografías existentes de la santa, se puede ver representado su martirio antes de morir.
Pero… ¿qué curiosa historia se esconde detrás de la patrona de los dentistas?
Sus orígenes
Apolonia nació en Alejandría alrededor del año 200, en el seno de una familia de clase alta, lo que le permitió tener acceso a una excelente educación. Cuando era adolescente, fue bautizada al cristianismo y decidió dedicar su vida a predicar las enseñanzas de la Biblia, llegando a convertirse en diaconisa (servidora del clérigo). En aquella época, la sociedad alejandrina era mayoritariamente politeísta, por lo que aquellas personas que profesaban la fe cristiana despertaban antipatía entre la población.
La tragedia de Santa Apolonia
¡Un poquito de historia! En los últimos años de mandato de Filipo el Árabe, emperador del Imperio Romano, mientras tenían lugar las festividades para conmemorar el milenio de la fundación de Roma, un agorero con influencia entre la muchedumbre profetizó graves calamidades para la ciudad culpando de ello a los cristianos. Este hecho provocó un cruento levantamiento contra este colectivo.
Apolonia fue capturada y torturada con el objetivo de hacerla renunciar a su fe y blasfemar contra Jesucristo. Ante su negativa, fue golpeada repetidas veces en la boca de forma que perdió gran parte de su dentadura. Existen varias versiones sobre cómo sucedió. Algunas historias relatan que fue atacada con una piedra, otras con un martillo y hay quienes aseguran que se emplearon unas tenazas para arrancarle los dientes.
Todas ellas coinciden, sin embargo, en señalar que los torturadores amenazaron a Apolonia con la hoguera y que ella pidió que liberaran sus manos haciéndoles creer que iba a retractarse. En lugar de ello, no obstante, se lanzó al fuego y, mientras era consumida por las llamas, gritó a los presentes que la invocaran cuando padecieran de dolencias dentales, puesto que ella intercedería ante Dios para aliviar su sufrimiento.
Su canonización
Cincuenta años después fue canonizada por su entrega a la fe cristiana, convirtiéndose así en Santa Apolonia. Durante siglos fue una Santa muy popular, ya que las personas se encomendaban a ella siempre que manifestaban problemas bucodentales. Pero la aparición de la anestesia y otros calmantes hicieron que fuera cayendo poco a poco en el olvido. Fueron precisamente los dentistas quienes contribuyeron a resucitar su recuerdo al convertirla en su patrona.
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