Asegura la curación de forma definitiva.
Los quistes pueden provenir de infecciones latentes de dientes en mal estado, de dientes que han quedado retenidos en el hueso o de estructuras embrionarias que han quedado dentro de los huesos. Generalmente se manifiestan con tumoración, sobreinfección o fractura patológica, y la mayoría de ellos suelen ser hallazgos casuales que se observan tras la realización de una radiografía, por lo que es recomendable realizar controles periódicos con el especialista.
En cualquiera de los casos, la intervención quirúrgica para la extracción de quistes asegura la curación de forma definitiva. Siempre debe realizarse una biopsia del tejido para corroborar la sospecha diagnóstica y para estudiar si es preciso algún otro tratamiento complementario.