Mitos sobre los implantes dentales y la salud de la encías

Mito 1: “Los implantes dañan las encías”

Realidad:
Los implantes no dañan las encías si se colocan correctamente y se mantienen con buena higiene. Están diseñados para integrarse en el hueso y convivir de forma saludable con los tejidos blandos.
Lo que sí puede dañarlas es no limpiarlos adecuadamente, lo que favorece inflamación o infección (mucositis o periimplantitis).

Mito 2: “Los implantes no pueden infectarse”

Realidad:
Sí pueden. Aunque no tienen caries, las encías alrededor del implante pueden inflamarse si se acumula placa.
Las infecciones alrededor del implante son tratables, pero requieren diagnóstico temprano y buena higiene.

Mito 3: “Si tengo encías débiles, no puedo tener implantes”

Realidad:
Hoy existen técnicas para pacientes con encías delicadas o poco hueso, como injertos, membranas o implantes cortos.
La decisión depende de una evaluación profesional, no solo del estado inicial de las encías.

Mito 4: “Los implantes duran para siempre sin mantenimiento”

Realidad:
Con una higiene adecuada y revisiones periódicas, los implantes pueden durar muchos años, incluso décadas.
Sin mantenimiento, es más probable que aparezcan problemas en las encías. Los estudios muestra a más de 15 años en torno al 85% de los implantes colocados siguen en la boca y en función.

Mito 5: “Los implantes son como dientes naturales, no requieren cuidados especiales”

Realidad:
Aunque se sienten naturales, los implantes necesitan limpieza diaria cuidadosa, hilo dental o cepillos interproximales, y limpiezas profesionales específicas. Es fundamental acudir a visitas periódicas cada 6-12 meses para controla la salud de los implantes y en caso de haber algún tipo de problema poder realizar un rápido diagnóstico y tratamiento.

Mito 6: “Dolor en las encías = implante fallado”

Realidad:
El dolor puede deberse a múltiples causas: irritación, inflamación leve, traumatismos o incluso un empaste o prótesis mal ajustada.
No siempre significa que el implante esté fallando.

🪥 ¿Qué sí es importante para que implantes y encías se mantengan sanos?

• Buena higiene diaria
• Evitar el tabaco
• Revisiones cada 6–12 meses
• Limpiezas profesionales específicas para implantes
• Control de enfermedades como diabetes